Susana Raffalli, estar en la vida por los demás
A Susana Raffalli muchos la conocen por el noble y estupendo trabajo en torno a la situación alimentaria del país. Lo que quizás pocos sepan es que la especial sensibilidad de esta mujer fue moldeada en parte por la educación que recibió y por el roce con sus maestras. De ahí que Raffalli afirme que la educación es un vínculo que deja cosas indelebles para toda la vida y es la única herramienta que llevaremos con nosotros para siempre.
Cuando Raffalli habla deja ver rasgos de su personalidad: pasión, sinceridad, determinación, dulzura. Y en la conversación ella revela otros aspectos que nos permiten armar un pequeño rompecabezas sobre ella y comprender su vocación.
En la escuela le gustaba la Química, la literatura, la historia de Venezuela y la caligrafía; disfrutaba aquellos momentos de tranquilidad, la magia de los trazos y el sonido en el papel. Pero más allá de los conocimientos que adquirió mientras estudiaba, esa sensibilidad innata tuvo tres estímulos especiales: la ternura de su maestra de kínder, que aún puede evocar; el pensamiento de una de sus maestras del colegio, que tenía una particular perspectiva de la Teología de la Liberación y le enseñó algo que le cambió la vida: la idea de que no es suficiente estar con el otro sino por el otro; y la mirada de una de sus profesoras de la universidad, que le mostró la importancia de ver al otro.
De modo que en la escuela, en el liceo y en la universidad Raffalli comprendió la importancia del otro. De mirar, mirar completo: primero a sí misma, algo fundamental para poder estar y vincularte con los demás; para poder aplicar aquella enseñanza de sus maestras de estar en la vida no solo con los demás, sino por los demás.
Susana Raffalli es trabajadora humanitaria certificada, investigadora, activista del derecho a la alimentación, especialista en gestión de la seguridad alimentaria, en emergencias humanitarias y en gestión de riesgo de desastres.
Estudió Nutrición en la Universidad Central de Venezuela (UCV), y realizó sucesivos estudios cuarto nivel en Seguridad Alimentaria en el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap); en Nutrición en Pediatría en el Jons Hopkins Hospital y en Gestión de Emergencias Humanitarias en la Universidad Complutense de Madrid.
Ella convirtió una lucha que involucra a otros en su misión de vida: trabaja incansablemente para erradicar el hambre del mundo. Durante años viajó por distintos países, a lugares como Myanmar, Nicaragua y Paquistán, como parte de organizaciones internacionales dedicadas a, precisamente, acabar con el hambre.
Hoy en día Susana Raffalli trabaja en Venezuela, es asesora en el área de respuesta humanitaria de Caritas Venezuela. Ha monitoreado la situación del hambre en el país durante los últimos años. Es creadora del programa Saman (Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud) que mide periódicamente el peso y el desarrollo de niños menores de 5 años.
La vida y el ejercicio de Raffalli están atravesados por la acción, derivada de la conciencia que tiene, gracias a su educación, de que el sufrimiento de los demás y su liberación depende de todos como sujetos sociales que somos.
Diajanida Hernández