Luis Carlos Díaz

Luis Carlos Díaz: Red de saber

Al momento de escribir este perfil, Luis Carlos Díaz cuenta con más de ciento veinticinco mil seguidores en su cuenta de Twitter: @LuisCarlos. Un número modesto comparado con la cifra de seguidores que llegan a tener las celebridades del espectáculo, el deporte o la política. Sin embargo, su timeline garantiza cualidades de las que pocos usuarios de esta red social pueden preciarse: creatividad comunicativa, dominio de redes, compromiso social, credibilidad periodística y afilado humor. Atributos que han hecho de este joven facilitador digital una de las personalidades venezolanas más confiables en ese océano bravío que puede resultar el ciberespacio.

Luis Carlos Díaz nació en la UCV el 15 de febrero de 1985. Nacer en una universidad fue el presagio de una vocación por el conocimiento y sus mecanismos de transmisión que ha ido fortaleciéndose con los años. Una vocación que empieza a acunarse en la biblioteca de sus padres, quienes le enseñaron a leer cuando apenas tenía dos años. Esto provocó que al iniciar la primaria tuvieran que ubicarlo en un grado mayor al que le correspondía. “Mi método de estudio fue bastante extraño en esa época –cuenta Luis Carlos–. La familia de mi padre es gigantesca, así que en la misma escuela estudiamos unos cuarenta miembros. Eso significaba que en la casa de la abuela podía tener acceso a todos los textos escolares de todos los años, en distintas presentaciones”. No sorprende que sobresaliera entre sus compañeros de la escuela Teresa de Bolívar de Charallave, de la que recuerda con admiración a unos profesores que contribuían a elevar el nivel de exigencia y a brindar un conocimiento concebido como una suma de saberes diversos, pero complementarios. De esa década de los 90, agradece el haberse beneficiado de unos programas que le permitieron contar con comedor, transporte escolar y una sala de computación donde se iniciaría en una pasión digital que transformaría su manera de conectarse con el mundo. Luego de finalizar el bachillerato en el colegio Francisco Tosta García, ingresa a la Universidad Central de Venezuela como quien vuelve al lugar de origen para preparar un segundo nacimiento: la licenciatura en Comunicación Social.

Antes de cumplir veinte años, Luis Carlos Díaz ya tenía claro lo que deseaba: enseñar. O como prefiere llamarlo: facilitar contenidos. La educación entendida como una dinámica en la que todos los discursos deben estar al servicio del contacto entre las personas: “Que lo que digas contenga multitudes, diversos discursos: he allí la clave del juego educativo”. Aunque le tocó dar clases durante un año en la UCAB, Luis Carlos prefiere otros ámbitos de enseñanza menos tradicionales, como redacciones de periódicos, organizaciones no gubernamentales y espacios comunales, sin descartar su participación en empresas, foros y congresos. Su calificada competencia en el campo de la infociudadanía y el uso de las tecnologías, lo ha llevado a recorrer casi toda Venezuela y varios países del continente americano.

Durante ocho años, Luis Carlos Díaz fue coordinador de Comunicación y Redes de la Fundación Centro Gumilla y perteneció a los consejos de redacción de sus revistas SIC y Comunicación. Allí se especializó en temas políticos, DDHH y nuevas tecnologías. Coordinó durante seis años el Encuentro Internacional de Constructores de Paz. Con la Fundación Miguel Otero Silva ha capacitado a más de cinco mil personas en el empleo de herramientas digitales. En 2013, la Deutsche Welle de Alemania le otorgó el premio Best of Blogs como “mejor persona a seguir en Twitter en español” por su activismo en libertad de expresión. Ha sido columnista del diario Tal Cual y reportero para radios y televisoras de México, Paraguay, Argentina, Perú y Chile. Junto con su esposa Naky Soto se encarga de transmitir imprescindibles hangout informativos que ayudan a atisbar ciertas luces en el insondable panorama de la política nacional. Desde hace año y medio comparte cabina radial con César Miguel Rondón por el Circuito Éxitos, donde afirma aprender a relacionar la lógica de redes con el trabajo en un medio masivo.

Luis Carlos Díaz tiene la certeza de que “si un profesor es un apasionado por la materia que enseña, despertará de inmediato el contagio entre sus alumnos. La clave es pasión y buenos relatos”. Una educación orientada al conocimiento convergente, donde las materias no se alojen en compartimientos aislados, sino que se integren en una misma arquitectura. “Un profesor –advierte– forma ciudadanos, forma a la gente para la vida, la hace parte de un proyecto. De los maestros depende la vida civil de la república y eso es importante decirlo en tiempos de militarismo”. Una frase para retuitear.

Luis Yslas

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