Cooperar implica trabajar juntos, cooperar con otros para alcanzar un fin común. La cooperación es reciprocidad. Favorecer la cooperación es esencial para la convivencia y requiere el esfuerzo de los padres y de la sociedad. Desde que el niño nace debe aprender a vivir en sociedad y, por tanto, como muestra el programa "Cómo educar la cooperación y la ayuda mutua" de AMEI-WAECE, la cooperación debe estimularse desde las primeras edades donde las conductas insolidarias y egocéntricas son frecuentes. Vemos, además, que a medida que el entorno empieza a moldear la personalidad en desarrollo del niño y éste realiza acciones a favor de los demás, el egocentrismo inicial va dando paso a la conducta cooperadora.