El cuestionario ayuda a los muchachos a determinar con más precisión cómo sigue su proceso escolar. Cada muchacho tiene la oportunidad de analizar y verbalizar el propio concepto de sí mismo, frente a las experiencias pasadas y las expectativas de futuro. El experimento da al profesor la posibilidad de comprender mejor a los alumnos y animarles más eficazmente.