Antes de que los alumnos entren en el aula, los profesores deben implementar técnicas para el buen rendimiento escolar, entre ellas las siguientes:
- Comience por el final. Planifique una secuencia de objetivos que se desprendan unos de otros y pensados para ser logrados a lo largo de varias semanas. Luego organice actividades diarias orientadas al logro de cada objetivo, más una evaluación de si dicho objetivo se logró. Empiece cada clase con un repaso de cualquier aspecto que el curso no haya captado totalmente en la clase anterior.
- Fije Objetivos. Para no perder el enfoque y tener capacidad de medir una lección, establezca sus objetivos de tal forma que puedan ser útiles y efectivos (posibles, medibles, primero en alcanzar, orden de importancia, entre otros)
- Muéstrelo. Exhiba los objetivos trazados en un lugar visible de modo que los estudiantes puedan comprobar el objetivo de la clase del día.
- El camino más corto. Evite la complejidad. El criterio es dominar el objetivo establecido de la manera más sencilla y que produzca el mejor resultado.
- Plan doble. Además de lo que hará el profesor, incluya en la planificación diaria lo que los alumnos deben hacer a cada momento. Esto permite ver la clase desde la óptica de los alumnos y mantenerlos participando de forma productiva.
- Trace un mapa. Distribuya el aula de forma que facilite el logro del principal objetivo. Haga que la organización del espacio sea parte de la organización de la clase.